Fuente Luminosa
Un mismo color
puede apreciarse diferente según sea la naturaleza de la fuente luminosa que la
ilumina y por la que la observamos, no es lo mismo observar un color bajo la
luz solar del mediodía, bajo las farolas que iluminan la ciudad nocturna o bajo
la lámpara de nuestra habitación. La explicación de este fenómeno reside en la
naturaleza del objeto que se ilumina y en la naturaleza de cada tipo de luz,
nuestro objeto puede absorber la totalidad de las ondas emitidas por la luz de
nuestra habitación y sin embargo reflectar parte de las ondas de la luz solar
que no contenía la luz artificial, por ello dentro de cada luz lo importante es
conocer la composición de sus ondas electromagnéticas.
Con objeto de
evitar estos problemas, los colores generalmente vienen referenciados a la
fuente luminosa bajo la que se observa.
Objeto
Los objetos no
tienen color, los objetos tienen la propiedad de absorber, transmitir y
reflejar parte de las ondas de la luz que la iluminan y son captadas por
nuestros ojos e interpretadas por nuestro cerebro.
Aunque los objetos
no tienen color es una realidad que lo determina, el color blanco puro sería el
resultado de un objeto que reflectara la totalidad de la ondas que componen el
espectro visible, por el contrario el negro puro sería el objeto que absorbiese
la totalidad de esas ondas.
En función de los
tintes y/o pigmentos que forman parte del objeto así como del grado de
rugosidad de su superficie se determina el tipo de color, su grado de
transparencia y su brillo. Un color será más brillante si la superficie del
objeto es completamente lisa puesto que le permitirá reflejar al máximo la
cantidad de luz recibida, estos fenómenos son conocidos y usados por el hombre
por ejemplo en la fabricación de señales viales, bandas y chalecos reflectantes
que permiten distinguir con claridad el objeto reflectante cuando se le ilumina
con la luz de nuestro coche mientras viajamos por la noche.
Receptor / Observador
El ojo es el órgano
receptor que capta las diferentes ondas que emiten los cuerpos u objetos cuando
son iluminados, nuestros ojos disponen de 3 sensores en las retinas las cuales
captan las longitudes de onda emitidas por el objeto y las transmite a nuestro
cerebro mediante los nervios ópticos, posteriormente nuestro cerebro transforma
los estímulos en sensaciones de colores.
La sensibilidad y
número de colores que nuestros ojos captan y nuestro cerebro interpreta depende
de cada persona, por ejemplo hay personas daltónicas que confunden colores
pudiendo solo observar un pequeño rango de estos y en cambio existen otras
personas con la capacidad de llegar a distinguir hasta detalles mínimos de un
color a otro.
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